Aix-en-Provence, capital histórica de la Provenza
Si estás en Marsella y buscas una escapada encantadora, una excursión a Aix-en-Provence es una opción perfecta. A solo 30 minutos en coche o 35 minutos en tren, esta ciudad histórica te cautivará con su rica herencia cultural y su ambiente relajado.Podrás disfrutar de la belleza de la que fue capital de la antigua región de la Provenza, fundada en el 122 a.C con el nombre de Aquae Sextiae.
Al llegar, te sugiero comenzar tu visita en el Cours Mirabeau, una de las avenidas más emblemáticas de la ciudad. Bordeada de plátanos y llena de cafés y tiendas, es el lugar ideal para disfrutar de un café al aire libre mientras observas la vida cotidiana de Aix.
Luego, dirígete a la Catedral de Saint-Sauveur, una joya arquitectónica que mezcla estilos desde el siglo V hasta el XVII. Su impresionante fachada y su interior lleno de historia te transportarán a otra época. Si eres un apasionado del arte, el Museo Granet es una parada obligatoria. Aquí podrás admirar una colección de obras que incluye piezas de Cézanne, el famoso pintor nacido en Aix-en-Provence.
Si te apasiona el senderismo, la Montaña Sainte-Victoire es ideal para una caminata. Podrás disfrutar de vistas espectaculares de la región y es una excelente manera de conectar con la naturaleza.
Aparte de eso, Aix-en-Provence también tiene sus mercados llenos de vida, como el mercado de flores en la Place de l'Hôtel de Ville. Allí podrás encontrar frescos productos locales y flores de colores que te pondrán de buen humor.
Si por el contrario no quieres alejarte demasiado de Marsella, puedes ir a ver Notre-Dame de la Garde, una basílica católica conocida también como la Buena Madre. Está situada en la cima de un pico calcáreo y ofrece unas vistas privilegiadas de la ciudad. Aix-en-Provence es una joya de la Provenza que evidentemente es digna de ser visitada. Al reunir historia, cultura, naturaleza y comida, es el destino perfecto para ver cerca de Marsella.